El sarampión regresa, pero Connecticut se mantiene protegido

El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, ha resurgido en algunas partes de EE. UU., pero los expertos destacan que la vacunación sigue siendo la mejor defensa para prevenir brotes.

CONNECTICUT- De todas las preocupaciones sanitarias actuales, el sarampión parece ser una de las menos apremiantes para los residentes de Connecticut. Sin embargo, esto no significa que la enfermedad no represente un peligro real.

El sarampión es altamente contagioso, incluso más que el COVID-19. Su número de reproducción básico (R0) es aproximadamente 18, lo que significa que una persona infectada puede contagiar a 18 más. Además, la enfermedad se propaga con rapidez porque los infectados pueden ser contagiosos desde cinco días antes de la aparición del sarpullido hasta cinco días después.

Los expertos en salud pública advierten que el sarampión es una enfermedad seria que puede causar complicaciones graves, incluyendo neumonía y encefalitis, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Antes del desarrollo de la vacuna contra el sarampión, la enfermedad causaba 2.6 millones de muertes anuales, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Gracias a la vacunación, se logró erradicar en gran medida en Estados Unidos, limitándose a brotes pequeños y localizados. No obstante, en los últimos meses ha habido un resurgimiento preocupante. En lo que va del año, se han confirmado 222 casos en el país, con brotes tan cercanos como Nueva York y Rhode Island. De estos casos, el 17% requirió hospitalización y dos personas han fallecido.

Los especialistas señalan que la disminución de las tasas de vacunación en algunas regiones ha contribuido a este repunte. Afortunadamente, Connecticut mantiene una de las tasas de vacunación más altas del país, con un 97.7%, aunque esta cifra podría estar disminuyendo. A nivel nacional, la tasa de vacunación es del 92.7%, mientras que en estados como Minnesota, Ohio, Missouri y Oklahoma, se encuentra en niveles preocupantemente bajos, en algunos casos por debajo del 87%.

El lado positivo es que la vacuna contra el sarampión es altamente efectiva. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), tiene una efectividad del 97% para prevenir la infección. Con estos datos en mente, los expertos enfatizan la importancia de mantener altas tasas de vacunación para evitar un resurgimiento significativo de la enfermedad.

Aunque la amenaza del sarampión sigue presente, Connecticut se encuentra en una posición favorable gracias a su fuerte compromiso con la inmunización. No obstante, las autoridades sanitarias instan a no bajar la guardia y a continuar promoviendo la vacunación como la mejor herramienta de protección.